Resulta que desde que me entregó el coche hace más de una semana, notaba que dejaba unas gotas en el suelo después de circular con él. Se lo he estado llevando varios días para que lo mirase y primero me decía que perdía por un inyector (que apretó), luego levantó el coche y me dijo que perdía aceite por la junta del cárter, y luego me dijo que perdía diésel por la bomba de inyección, y que por eso se producía el ruido que oía. Vamos, que me vino a decir que la bomba de inyección estaba mal.
Así que me puse a mirarlo por mi cuenta y vi que goteaba en la rampa de inyección. Lo volví a bajar al taller y reconoció que perdía por ahí. Fue cuestión de apretar el tubo que une la bomba con la rampa de inyección. El caso es que él sigue diciendo que el ruido es normal. Primero decía que era la correa que debía estirarse/ceder, luego que el árbol de levas tenía que asentarse, y cuando vio la pérdida de gasóleo dijo que el ruido lo producía la bomba. Pero ahora que ha quedado demostrado que la pérdida no se produce en la bomba, su teoría queda coja.
Porque a mí me sigue pareciendo que el ruido procede de la zona de la polea del árbol de levas, no de la bomba: cuando pongo la cabeza justo encima de la bomba, el ruido procede de más arriba (o de la izquierda, si la miro de lado). Además, he preguntado en otro taller y me dicen que ese ruido no es normal. La cuestión es que tampoco puedo tocar mucho, porque la reparación sigue en garantía y me temo que si lo llevo a otro taller se acabe anulando.
¿Qué podría hacer? Aclaro que sé más o menos cómo funciona el motor, pero no me atrevo a tocar nada que no sea obvio, y mucho menos ponerme a comprobar la correa de distribución. Claro, si fuera un coche de 30.000 euros supongo que merecería la pena pagar un peritaje. Pero con un Xsara de hace casi 20 años en el que me acabo de gastar mil euros (más otros mantenimientos que le he hecho hace poco), pues no me sale a cuenta.