JAZZTEL, le solicito cambio de domicilio para el servicio de Internet hace ya varias semanas (a mediados de marzo 2014). Me dicen que se confirma que pueden prestarme servicio en el nuevo domicilio y les digo que adelante. Pasan 24 horas y me quedo sin servicio de Internet en el domicilio de origen. Pasan varios días y en el nuevo no acaba de haber conexión, por lo que llamo a Jazztel a ver qué pasa. Me dicen que no me pueden prestar servicio en el nuevo domicilio, que lo sienten, y que se rescinde el contrato sin más tras el pago de el gasto residual de Internet y llamadas hechas tras la emisión de la última factura. Les digo que me podían haber avisado, pero que vale, que por supuesto les pago el gasto residual que quede tras la última factura. Busco otra compañía que pueda ofrecerme el nuevo servicio. A las dos semanas me llaman de Jazztel para decirme que debo 90 en concepto de baja antes de la finalización del año de permanencia d emi contrato. ¿Baja?, ¿qué baja? Pero si yo no me he dado de baja. Yo he pedido un cambio de domicilio del servicio porque me tengo que mudar señores, y ustedes no me han podido prestar servicio en el nuevo domicilio por lo que han tenido que rescindir el contrato, pero yo no me he dado de baja, yo no he pedido dejar de ser cliente de Jazztel. Me pasan de un departamento a otro, y a otro y a otro, y al final en el Departamento de Gestiones Especiales llego a hablar con una persona que entiende perfectamente la situación y que me dice que, efectivamente, como yo no me he dado de baja sino que ha sido Jazztel la que no ha podido prestarme servicio en el nuevo domicilio, no corresponde cobrarme esos 90 bajo ningún concepto (tengo anotados los números de expediente con los comentarios al respecto por parte de de los empleados de Jazztel que me atendieron). Me dicen que no me preocupe que el tema queda solucionado. A las dos semanas me llaman de cobros otra vez y me dicen que les debo 90, que si no pago me meten en un listado de morosos. Les vuelvo a contar toda la historia, y les digo que si no pago, es porque no corresponde, porque ellos mismos me lo han reconocido anteriormente y tengo los números de expediente que lo demuestran, pero no es que no pague por capricho mio, ni porque yo sea un moroso, es que yo no me he dado de baja, sino que Jazztel no puede prestarme servicio. Me pasan con uno, con otro, y otro, hasta que llego al Departamento de Gestiones especiales y vuelven a decirme que efectivamente no me corresponde pagar esos 90, que no me preocupe que queda todo anotado para que no me molesten más por ese tema. Que si disculpas, que si perdone por las molestia, etc,... Bien, pues este proceso de "efectivamente no corresponde que usted pague esos 90" y a los días "le llamamos porque nos debe 90" se vuelve a repetir 2 veces mas. ¿Que pasa al final? Que acaba uno harto de perder el tiempo con llamadas, de gastarse dinero en ellas, de sentirse engañado, y de pensar que encima de todo eso son capaces de meterte en una lista de morosos y fastidiarte pero bien.
Conclusión: acabo de pagarles los 90, que no es que me sobren para tirarlos precisamente, pero afortunadamente tampoco me faltan, y ya estoy haaaaarto de Jazztel y de perder mi valioso tiempo, que la vida es más que todo esto.
Verdaderamente la sensación de impotencia que experimento es bastante difícil de expresar. Si lee esto algún directivo de la compañía, persona de bien, como esos que alguna vez me atendieron en el Departamento de Gestiones Especiales, seguro que entenderá lo ninguneados que en demasiadas ocasiones nos encontramos los clientes. Pregúntense cómo se sentirían si esto les pasara a ustedes. ¿Están dispuestos a permitir que estas cosas ocurran en su empresa? Gracias por todo y un saludo
Saludos.
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